Miro desde la ventana una ciudad desconocida,
Me son ajenas estas paredes, esta cama,
El hombre que duerme a mi lado
Sobre estas sábanas también prestadas.
Miro desde la ventana que me grita ¡Sé libre!
Pero soy rehén de estas paredes que no son mías,
Sobre esta cama y al lado de este hombre
Que apaciblemente duerme.
Y yo aquí, presa de mi pecho y mi cabeza…
Amando. (AAL)