Otra vez es noticia el Pulitzer de fotografía. Otra vez imágenes desgarradoras compiten por ser las mejores, fotogramas que muestran el horror de la guerra o del hambre.
Y una que otra se hace histórica por dejar para la eternidad el sufrimiento humano. Y se premia entonces, más que el ojo sagaz y el buen tino para disparar la cámara, las miles de formas que tiene el hombre de acabar con su igual, de destruir los sueños y las esperanzas de otros, a veces en nombre de la paz, evocada por almas de guerra. Sigue leyendo