Archivo mensual: abril 2012

A la sombra de un Pulitzer

Arlin Alberty Loforte

Otra vez es noticia el Pulitzer de fotografía. Otra vez imágenes desgarradoras compiten por ser las mejores, fotogramas que muestran el horror de la guerra o del hambre.

Y una que otra se hace histórica por dejar para la eternidad el sufrimiento humano. Y se premia entonces, más que el ojo sagaz y el buen tino para disparar la cámara, las miles de formas que tiene el hombre de acabar con su igual, de destruir los sueños y las esperanzas de otros, a veces en nombre de la paz, evocada por almas de guerra. Sigue leyendo

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Operación Marte: El tiro por la culata

Arlin Alberty Loforte y Haydée León Moya

Foto: Lorenzo Crespo Silveira

En la antigua región de Baracoa sobraban ejemplos de desembarcos que contaron con el apoyo de los pobladores: el arribo de Los Maceo, Flor Crombet y sus hombres por Duaba; Martí, Gómez y otros patriotas por Playita de Cajobabo, todos en la etapa memorable de la gesta independentista. Entonces en la Primada de Cuba, con esos antecedentes, su exuberante geografía y el aislamiento con respecto al resto del país, podía funcionar muy bien su plan.

Ese parece haber sido el cálculo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) cuando orquestó una invasión mercenaria por las costas de Baracoa, el amanecer del 15 de abril de 1961. Sigue leyendo

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Cuando la dicha crece

Arlin Alberty Loforte

“Salto… ¡Dicha Grande!” Y solo recordar estas palabras puede hacer que mi pulso se acelere. Volver a la tierra amada, volver entero pero dispuesto a deshacerse en pedazos el alma y el cuerpo, por lograrla luego de haberla pensado una y otra vez, con todos y  para el bien de todos. Sigue leyendo

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Los demonios de la violencia

Arlin Alberty Loforte

Hace algunos días en una de las más transitadas calles de mi ciudad, Guantánamo, dos muchachos, ella y él, de no más de 20 años de edad y al parecer pareja, discutían acaloradamente en plena mañana y a voz en cuello.

Él, corpulento, insistente, tomándola del brazo, la obligaba a estar a su lado escuchando las barbaridades que le decía. Ella trataba de ripostar, rogándole, no gritara. Eran el centro de las miradas de los transeúntes. Sigue leyendo

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