Silvio Rodríguez
En mi calle hay una acera gris
Donde se pegan las miradas del que mira adonde va.
En mi calle hay un banco que es,
Tan largo y blanco como el mármol donde iremos a parar.
Yo no sé por qué son tan altas
Las blancas ventanas que miran al cielo.
En mi calle el mundo no habla,
La gente se mira y se pasa con miedo.
Si yo no viviera en la ciudad
Quizás vería el árbol sucio donde iba a jugar.
En mi calle de silencio está, iba pasando por mi lado
Es un recuerdo desigual.
Yo no sé por qué estoy mirando, por qué estoy cantando,
Por qué estoy viviendo.
Yo no sé por qué estoy llorando, por qué estoy amando,
Por qué estoy muriendo.
Archivo mensual: septiembre 2012
En mi calle
La Caridad en mis deseos
Arlin Alberty Loforte
Casi me atrevo a asegurar que hasta el cubano que se dice ateo o agnóstico, mira al cielo cuando está en aprietos y exclama en busca de alivio: ¡Virgen de la Caridad! Es que más que religión, el culto a la patrona de Cuba, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, es parte de la idiosincrasia, de la cultura de los que nacimos en esta tierra.
La madre venerada, mambisa de piel mestiza mostró su imagen por primera vez un 8 de septiembre hace ya 400 años. Salió de entre las aguas de la Bahía de Nipe para resguardar de la tormenta a tres hombres, que compartían un mismo bote en el mar, la embarcación que la trajera a tierra firme para que ya nunca más Cuba fuera la misma. Sigue leyendo